La Federación Gallega de Transportes, Fegatramer, tras analizar el informe de la Comisión Nacional de la Competencia, CNC, de Junio 2012 sobre el mercado de la distribución de carburantes en España, quiere manifestar lo siguiente:
Primero, que hecha de menos en el informe la misma contundencia con que se emplea dicha Comisión en sus actuaciones en relación con las organizaciones del sector del transporte de mercancías por carretera, cuando éstas, recomiendan a sus asociados una buena gestión de sus costos de explotación, trasladando a los mismos los constantes incrementos de los precios del gasóleo de acuerdo con la aplicación de la Orden del Mº de Fomento 2184/2008 y la Ley 15/2009 del Contrato de Transporte Terrestre de Mercancías.
Y segundo que en el año 2012 la CNC, vuelve expresar la necesidad de mejorar la competencia en el mercado de la distribución de los carburantes en España, al igual que hacía en el año 2009, si que hasta ahora se haya hecho nada al respecto por los Gobiernos de turno.
Está claro, que como las organizaciones del sector del transporte y en concreto la Federación Gallega de Transportes, Fegatramer, viene manifestando de forma reiterada desde hace años, el mercado de carburantes de automoción en España muestra precios y márgenes entre los más altos de la UE y por encima de economías de tamaño comparable. Que la velocidad de ajuste de los precios minoristas nacionales a las variaciones en los precios internacionales del carburante no es asimétrica, es decir, cuando se produce un incremento en los precios internacionales, los precios minoristas nacionales reaccionan más rápidamente, (subida del precio del gasóleo en el surtidor en las EESS de España), que cuando los precios internacionales disminuyen, (bajada del precio del gasóleo). Como ejemplo, baste observar la evolución de los precios en los surtidores de los últimos 2 meses en las EESS españolas, tampoco son desdeñables los datos que se pueden deducir del estudio comparativo de los precios de las distintas gasolineras de España.
Ello, tiene efectos perjudiciales para los consumidores finales, en este caso los empresarios de transporte de mercancías por carretera, puesto que no se benefician rápidamente de las bajadas de los precios internacionales y sí sufren con mayor rapidez las subidas de los precios internacionales.
Y ello, porque el mercado español de los carburantes, como se afirma el en informe de la Comisión Nacional de la Competencia, presenta una situación clara de deficiente o reducida competencia efectiva, que lleva a que el resultado para los consumidores finales sea peor de lo que cabría esperar en un mercado competitivo, por ello es necesario y apremiante que el Gobierno adopte medidas conducentes a introducir una mayor competencia en el sector de la distribución de carburantes en España, algo que ya se viene pidiendo desde el sector del transporte desde hace años y por la CNC en marzo de 2009 y se reitera ahora en este informe de junio de 2012. En definitiva, es imprescindible que la Administración tome ya, las medidas oportunas dirigidas a aumentar la competencia mediante la reducción de las barreras de entrada y expansión de los operadores petrolíferos en España.
