La escalada de precios de los combustibles, sobre todo del gasóleo que se ha disparado un 35% en los últimos tres meses, ha puesto contra las cuerdas al sector del transporte y de la agricultura en la C. Valenciana, que ya notan la subida en los bolsillos. Sindicatos, transportistas, taxis y agricultores dependen para realizar su trabajo de los carburantes, lo que les hace más sensibles a las variaciones de precios. Los diversos sectores coinciden en afirmar que la situación es "insostenible".

Sólo en el último año, el precio del gasóleo ha aumentado en un 24%. Esta subida, más agravada desde el pasado mes de noviembre -donde el precio en dólares del barril de crudo ha pasado de 85 a los 111,90 que costaba ayer- ha atrapado a un sector, cuyo mayor coste es llenar el depósito, entre unos precios por las nubes y una frágil demanda debido a la crisis económica que no consigue tener fecha de mejora.

Los transportistas del puerto de Valencia califican de "catástrofe" la subida tan radical de precios para un sector que se mueve en márgenes tan limitados. El gerente de la empresa ELTC, dedicada al transporte de contenedores considera "espantosa" la situación que se viene aguantando en el sector desde el verano del año pasado, cuando empezaron a aumentar los combustibles. A esto se añade la normativa en vigor que contempla el recargo por combustible.

Es decir, a los transportistas se les permite trasladar al cliente el porcentaje de más que supone el aumento del precio del gasóleo. Ese incremento puede aplicarse o no, y las empresas del mismo sector entran en competencia por conseguir clientes en función de si aplican la normativa o no.

Un sector castigado.

Los sindicatos se apresuran a señalar que la incidencia en el transporte de mercancías y viajeros es mayor que en el de las grúas pero desde CC OO, Juan Cruz apunta a la "desesperación" por la que atraviesa el transporte de grúas, "muy castigado por la crisis en la construcción y ahora con la subida del gasóleo irá a la quiebra total".

Desde el punto de vista de Cruz, este año, con numeras empresas que deben renovar los convenios colectivos, la subida afectará de manera directa en los trabajadores, "que verán mermadas sus condiciones laborales".

Los agricultores también han puesto el grito en el cielo y desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), Cristobal Aguado reclama al Gobierno incentivos "para un sector que no puede aguantar esta subida" y donde los agricultores empiezan a abandonar los campos ante las numerosas cargas económicas que tienen.

Diez euros más al día para llenar el depósito del taxi.

La Asociación de taxistas de la C. valenciana afirma que es "una locura" salir a trabajar. La subida del precio de los combustibles les afecta y mucho. "Nos pasamos el día circulando, es muy difícil aguantar estos precios". Un taxista, en una jornada de trabajo, realiza alrededor de 250 kilómetros. La mayoría, circulando por la ciudad. El depósito, que se llena al día, venía costándoles alrededor de 20 euros por jornada. Ir desde hace unas semanas a la gasolinera a llenarlo les supone un incremento de 10 euros más al día, es decir, 30 euros para salir a trabajar. "Es exagerado el aumento", sostiene Emilio Guillén, presidente de la asociación. "Al final, si el precio persiste, tendremos que compensar el gasto, y eso afecta al cliente". Según explica, tras un año "muy difícil" en el que se han visto afectados por la competencia desleal y la crisis, "ahora empezábamos a trabajar bien, pero el aumento de la gasolina, nos afecta mucha. Es una situación difícil".