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LAS DEMANDAS DEL TRANSPORTE, UN SECTOR TAN ESENCIAL, COMO COMPLEJO Y BAJO LA PRESIÓN DE LAS CARGADORAS

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LAS DEMANDAS DEL TRANSPORTE,  UN SECTOR TAN ESENCIAL, COMO COMPLEJO Y BAJO LA PRESIÓN DE LAS CARGADORAS

Las demandas del sector del transporte, tan esencial para nuestro país, pero a la vez complejo por  su composición, mayoritariamente autónomos y pymes, pero también empresas con grandes flotas y operadores logísticos, lo que ha supuesto siempre una fuente de problemas y discordias, pero también el que lo ha dotado de la flexibilidad y capacidad de trabajo y servicios que lo han convertido en el modo de transporte, más efectivo y esencial para nuestra sociedad desde hace ya más de medio siglo.

Pero hay dos elementos, de esta complejidad interna,  que siempre han sido determinantes para que este  mundo empresarial del transporte público  de mercancías por carretera no haya logrado una estabilidad y funcionamiento ordenado y viable, por un lado la Administración,  con un exceso de intervencionismo, bien para cargarlo de todo tipo de impuestos o tasas, o para su regulación profesional, aunque a veces bien intencionada esta una extensa regulación del transporte, gran parte de ella solicitada por el propio sector, como la ley del contrato de transporte y las condiciones generales de contratación,  o instrumentos como el observatorio de costes del transporte, etc.,  que al final no cumplen sus objetivos, por la presión de la otra parte del mercado de trabajo, las cargadoras, a la hora de su aplicación práctica.

Y es,  precisamente la posición de superioridad de las cargadoras en el mercado de transporte, con la consabida amenaza de “ o haces lo que te digo y al precio que te digo o no cargas más aquí”, que juega con la precariedad y necesidad de miles de transportistas,  autónomos y pymes españolas, la que domina el funcionamiento de la actividad diaria.

Es verdad que los transportistas podrían decir NO,  no  a las muchas condiciones abusivas de la mayoría de los cargadores, (siempre hay excepciones), pero quien dice que NO, cuando tienes que pagar las letras de los camiones, y sobre todo llevar un sueldo a casa. Por ello, posiblemente de forma equivocada los transportistas españoles sigan aceptando trabajar en muchos casos en condiciones de humillación económica, laboral y empresarial, y lo  único que les queda es aguantarse y seguir trabajando a lo que les paguen, y cargando y descargando los camiones si son autónomos o mandándoselo hacer a sus conductores profesionales, hasta que cada 10 o 12 años no se aguantan más y salen a la carretera a protestar como es el caso, y desgraciadamente, con el paso de los años, se puede comprobar que gran parte de las Administraciones y de los políticos, no todos,  y de los Cargadores, no todos, solo entienden ese lenguaje, el de los camiones taponando las carreteras o los centros de carga.

Y con lo fácil que sería sentarse a hablar y con sentido común, llegar a un acuerdo para que los conductores no tengan que hacer esperas, salvo excepciones, de las 2 horas para carga y descargar, y no sean ellos, sino personal de almacén quien lo haga. Actualizar los precios de los servicios según la variación de los precios de los carburantes de forma automática, y que el Observatorio de Costes del Ministerio de Transportes, no sea un papel mojado, sinó una orientación, que lógicamente pueda fluctuar dependiendo del tipo de vehículo, las mercancías, la plaza, etc., pero no con diferencia entre el coste de explotación calculado en el observatorio y los precios medios del transporte del 40%, porque está claro que algo está mal.

 

@fegatramer

NO SE ENTIENDE que todos los conductores-as y los SINDICATOS que dicen representarlos, no apoyen la DEMANDA de regular carga/descarga, para impedir que las empresas de transporte, se vean forzadas por los cargadores a asumir esas labores, bajo la amenaza de no volver a trabajar con ellos

 

DEMANDAS

Peajes y contaminación.

Aunque los representantes de la administración y de las constructoras y parte de la prensa que los apoya digan lo contrario, la realidad es que las empresas de transporte público de mercancías por carretera de Galicia y del resto de España, ya vienen aportando para el pago y mantenimiento de las infraestructuras, carretera, áreas de servicio, etc. y para el establecimiento de medidas para la mejora medioambiental, millones de euros a través del pago de impuestos como el de matriculación, el municipal, los del gasóleo + IVA, etc., etc. Lo que no se sabe es, adonde van esos millones, si ahora dicen que  hace falta poner peajes para pagar el mantenimiento de las carreteras, porque la parte de las empresas de transporte, se aporta todos los trimestres y años puntualmente.

Carga y descarga.

Si el Gobierno de Portugal es capaz de elaborar  y aprobar una norma para regular y prohibir los abusos en la carga y descarga, más las largas esperas, por parte de los conductores profesionales, por qué no se puede hacer en España, o es que hay un interés y una fuerza contraria que evitar que el Gobierno de España apruebe una norma similar a la portuguesa, algo que es de justicia, razón y sentido común, para acabar con una situación de años en la que mezcla el desprecio, el abuso y el riesgo para la seguridad y la salud labora de los conductores.

Funcionamiento del mercado.

Es necesario un control por parte de la inspección laboral y de transportes, de los abusos en las condiciones de algunos contratos de transporte, con cláusulas que obligan a los porteadores efectivos a someterse a todos los caprichos de los cargadores, que aunque se firman voluntariamente, está aceptación está viciada por la posición de inferioridad del autónomo o la pyme frente al cargador.

Aun  cuanto el mercado del transporte es libre, y los precios de los servicios  están sometidos a la libre competencia, algo no funciona bien, cuando hay diferencias de más del 40% entre los importes reflejados en el observatorio de costes del transporte público de mercancías por carretera elaborado por el Ministerio de Transportes y algunas realidades del mercado, por lo que habrán de implementarse las medidas correctoras oportunas y legales para arreglar esta disfución.

Se precisa también una moderna  normativa fiscal específica para el sector del transporte de mercancías por carretera, adaptada a su realidad compuesta por autónomos y pymes mayoritariamente, (que no condene por ejemplo al sector a estar esperando año tras año a una prórroga de los módulos, como si fuera una limosna), el sector del transportes debido a su importancia y peculiaridades,  debe de tener una nueva articulación fiscal, homogénea, pero  en la que se reflejen  las distintas circunstancias empresariales del mismo.

 Precio de los combustibles.

Teniendo en cuenta la volatilidad del precio de los combustibles, la incorporación de elemento nuevos, como el gas natural, la electricidad, y a corto plazo el hidrógeno, es de urgencia reformar la cláusula de revisión del precio del transporte en función del precio de los carburantes, para solo,  incorporar los nuevos, sino y más importante para establecer una nueva norma y  mecanismo de obligado cumplimiento  para las partes del contrato de transporte, que sea capaz de trasladar automática y puntualmente la subida de los combustibles al precio del servicio.


 

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