SITUACIÓN EN EL SECTOR DEL TRANSPORTE: NEGOCIACIONES CON LA ADMINISTRACIÓN
Desde Fegatramer, se han pedido al Gobierno central soluciones concretas y urgentísimas que frenen la escalada disparatada de los precios del carburante, ya que el sector no puede aguantar dos semanas, en este sentido el Ministerio de Transportes, acordó tras la reunión del miércoles acelerar la implantación de medidas que permitan al sector trasladar el alza del precio de los carburantes a los contratos. Entre ellas, se incluye reducción del precio de los combustibles en línea con el planteamiento que ya están llevando a cabo los países del entorno de España, dentro del Plan Nacional de Respuesta al Impacto de la Guerra que se aprobará el próximo 29 de marzo. Sin embargo, poder llegar a esa fecha es casi imposible, pues desde hace días son muchas las empresas que tienen camiones parados ante la imposibilidad de hacer frente al elevadísimo coste del gasóleo, que se ha duplicado en apenas unos meses.
Las empresas, sean del tamaño que sean, están atravesando una situación agónica y recordamos que ya llevan semanas acumulando pérdidas al no poder trasladar a sus clientes el aumento tan rápido que experimenta el precio del gasóleo. Esto supone que los transportistas se estén viendo obligados a trabajar por debajo de sus costes, al no ser todavía de aplicación los principios recogidos en la Ley de la Cadena Alimentaria. Además, el informe del ministerio que incluye la variación del precio del gasóleo, y que se usa de referencia para calcular la fórmula de revisión de precios, se elabora mensualmente, aunque la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, se comprometió ayer a que la periodicidad sea semanal. Comprendemos la frustración que produce el no saber qué hacer para seguir subsistiendo y entendemos la postura de aquellos que han decidido parar, pero un paro generalizado no creemos que sea la más efectiva en los momentos actuales, por lo que es necesario un llamamiento a la reflexión y a la calma porque lo único que se va a conseguir es el enfrentamiento entre los propios transportistas, como ya está ocurriendo, y eso justo lo único que no puede ocurrir, porque juntos tenemos más fuerza. La situación es difícil de solucionar y en casos desesperada, por eso, pedir que se establezcan unos precios mínimos obligatorios es ilegal en una economía de mercado porque va en contra de la libre competencia, y no lo admitirá ni este gobierno, ni ningún otro, ni la Unión Europea.
Como no podría ser de otra manera, rechazamos rotundamente y sin excepción todos los actos violentos, y no cesaremos en seguir negociando con el gobierno, negociaciones que ha permitido ir alcanzando objetivos, como la prohibición de la carga y descarga por el conductor, la Ley de Morosidad, o la reducción a una hora de los tiempos de espera para la carga y descarga yla aplicación obligatoria de la revisión del precio del transporte en función del precio del combustible, tanto para contratos escritos como para los verbales, pero dada la situación actual todos somos conscientes que necesitamos ir más allá.
